Durante la crisis actual causada el estado de pandemia por coronavirus, la tecnología ha demostrado jugar un papel importantísimo para ayudarnos en la detección y control del Covid-19.
Entre todas las tecnologías utilizadas en esta lucha, cabe destacar: cámaras infrarrojas, pasaportes digitales de inmunidad, geolocalización, Apps para control de contagios, etc.
Muchos ciudadanos plantean ahora la cuestión sobre la posible amenaza a la privacidad de los datos de los usuarios.
A continuación realizaremos un breve análisis de las principales tecnologías utilizadas actualmente frente a la pandemia:
- Geolocalización de dispositivos móviles: los operadores de telefonía proporcionan información anonimizada sobre la ubicación de sus usuarios. Esta información está a disposición de las fuerzas y cuerpos de seguridad sin anonimizar, siempre reclamándola mendiante orden judicial.
Esto no supone un riesgo para la privacidad mayor del que hubiese antes de la pandemia, puesto que esta información está debidamente protegida, aunque podría ser vulnerable en caso de ciberataque por ejemplo.
El beneficio que supone conocer los patrones de movilidad de la población para las autoridades competentes en el periodo de confinamiento es mayor que el riesgo que supone para la privacidad.
- Apps, webs y chatbots de autodiagnóstico o cita previa: son las aplicaciones más novedosas de la tecnología frente al Covid-19. En dependencia de cómo sean utilizadas, podrán representar o no un peligro para la privacidad de los usuarios. Bien implementadas suponen un gran beneficio para las autoridades sanitarias, y son una forma eficaz de desviar flujos de llamadas y colapsos en centros sanitarios.
- Aplicaciones de información voluntaria de contagios: estas aplicaciones pueden suponer un riesgo para la privacidad de los usuarios que vuelcan de forma voluntaria sus datos sanitarios. Además pueden no cumplir con el objetivo real, ya que no existe una validación sobre la veracidad de esos datos recogidos.
- Pasaportes de inmunidad: utilizan un procedimiento similar a una tarjeta de embarque, pero en vez de especificar si el usuario tiene un billete válido, ofrecen datos sobre si está contagiado o si está inmunizado frente al coronavirus. El peligro de esta tecnología está en mostrar no solo datos de salud, sino de ubicación que puedan ser utilizados por ciberdelincuentes.
- Cámaras de infrarrojos: se utilizan para la detección masiva de temperatura en la población. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya ha puesto de manifiesto su preocupación sobre este tipo de cámaras y la necesidad de contar con la autorización previa por las autoridades en materia de sanidad.
La fiebre aunque está ciertamente asociada de forma directa a la enfermedad por coronavirus, también puede asociarse a otras patologías muy diversas que nada tienen que ver con el Covid-19. Esto, unido al gran % de personas que pasa el coronavirus de forma asintomática hace dudar de la efectividad de este tipo de medidas de control de la pandemia.
La recomendación de los principales expertos en materia de protección de datos, siempre pasa porque el usuario trate de cotejar la fuente de las aplicaciones, y webs donde va a ser recogida su información.
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